3 en 1

Cuando era adolescente tenía un par de amigos con los cuales formábamos una tríada que iba más allá de la amistad, nos habíamos convertido en una sola persona que se componía de tres. Cada uno asumió un rol dentro de este ente, las razones para escoger el rol eran diversas, porque es la parte que más resalta de su persona, porque es la parte que más le gustaría resaltar de su persona y es la parte más intensa que tiene pero la viste distinto para no ser origen de burlas. Espiritualidad, Razón y Sensibilidad, la cual fue vestida de pasión.

Durante un año y medio, que es más o menos el recuerdo que tengo, salíamos los 3 a todos lados, representando cada uno su parte, sin interferir en la de otro. Cada uno disfrutando del logro conjunto que la victoria personal. De vez en cuando se producía un conflicto de intereses y la sociedad se veía destruida, estos conflictos eran dados por las novias que aparecían, en esos momentos, por lo menos yo (no incluyo a los otros porque es irresponsable pero lo más seguro sentían lo mismo) sentía que cojeaba un poco porque faltaba una parte y varias veces intentaba suplir el rol que faltaba, con resultados variados.

El tiempo y los kilómetros nos obligó a hacer lo que no habíamos tenido el valor de hacer, funcionar de forma individual, esto me tomo mucho tiempo, porque por un tiempo estuve buscando los reemplazos, después decidí actuar sin las otras partes, un tiempo estuve paralizado, para terminar haciendo lo correcto, integrar todos los lados de mi.

Me sorprende mucho cuando lo veo hacia atrás porque por razones, que no voy a detallar acá, sin sentido, ridículas, inclusive pseudológicas, no lo había hecho antes. Acepto que es un proceso y que cada momento fue avanzar paso a paso, pero lo que quiero dar a entender es que muchas veces me di vueltas en círculos cuando todo podía ser más sencillo. Pero lo importante es llegar.

Es todo un carnaval de emociones lo que me generan todos los recuerdos que están en ese camino, mas ahora me alegra mucho saber que estoy integrado con todo lo que soy.

La danza de los peatones

Cada vez que salgo en bicicleta, lo cual es bien seguido porque es más placentero que viajar en micro, voy por la vereda (acera) porque no voy con casco y al ser bicicletas públicas prefiero ir por donde se mueven lo peatones.

Esto me ha llevado a adoptar ritmos a la hora de desplazarme por de un lugar a otro, aprender a acelerar cuando son pocos, a bajar la velocidad cuando se concentran, a moverme de lado a lado para ir a través de ellos sin tocarlos. Es un baile tácito entre los peatones y la bicicleta, tal vez a varios de ellos le ha molestado que a veces pase tan rápido pero respeto sus velocidades y distancias. Observando su vaivén, ya que no se mueven en líneas rectas sino como nubes que cruzan por el cielo, de un punto a otro cambiando su forma y contexto.

Solo con la música

El otro día mientras viajaba a Quillota, iba escuchando música, me puse a buscar una canción para seguir amenizando el viaje hasta que llegué a L.A. Woman de The Doors. Una canción que me gusta mucho, mas en ese momento adquirió una característica que no tenía desde hace muchos años.

Sentir sus notas atravesarme y despertar cada célula que me compone, llenándome de ganas de cantar su melodía y bailar sus ritmos. Inclusive recordándome que ella fue una de las razones por las cuales empecé a tocar guitarra. Pero lo que más me tocó fue que después de muchos años, más de los que pueden imaginar, estaba a solas con la canción, eramos solo nosotros 2, sin nadie más para comentar o decirle esto que leen ahora.

Esa sensación de disfrutar a solas no la había tenido en años, fue interesante recuperar esa sensación porque me recuerda las cosas buenas que se pueden vivir en compañía de uno mismo.

Desfragmentar

Durante años cada vez que tenía una situación difícil tomaba la decisión de eliminar todo lo que había hecho antes y partir de cero. Es más a aquel acto lo asociaba a Formatear, ese proceso que se realiza a los PC donde se borra toda la información que posee para comenzar nuevamente.

Inclusive, una vez hablé de lo bueno de ello, mas ahora siento que todo eso es muy cobarde. Es más, hoy siento que debo partir desde una nueva propuesta, tal como dice el título, Desfragmentar.

He quedado destrozado al caer en la cuenta de algunos de mis actos del pasado o por las cosas que me ha tocado vivir en el último tiempo, estuve tentado en dejar todo y empezar de cero, mas sentí la necesidad de cambiar el patrón de conducta. Tomar todas las cosas que me han hecho ser quien soy hoy, dejar algunas de lado, pero continuar con lo que ya estaba haciendo, dando un nuevo paso hacia donde quiero ir, desde donde quedé y no desde un nuevo comienzo.

Todo lo que fui me llevó a todo lo que soy hoy, pero lo que hago hoy me lleva a lo que quiero ser.

Dejando ciudades

El viernes pasado volví a tener la sensación que no tenía desde que pasé por Caracas el año pasado.

Caminar por una ciudad que acompañó muchas, por no decir todas, de las cosas que he hecho en los últimos años. Mas ahora, la siento lejana y distinta, ya no es el lugar de mi casa, ya no es el principal escenario de mis actos.

Es pasear por un álbum fotográfico donde aparecen imágenes que forman parte de uno pero que ya no existen.

En fin, nuevamente he partido a otra ciudad, llenando la anterior de recuerdos.

Acto de Amor

Porque te amo, me hago humo.