Desde hace un par de días hay un nuevo integrante a mi vida cotidiana, él vive en la pieza de al lado y me referiré a él como O. para proteger a los inocentes acá nombrados.
El convivir con él me ha traido de vuelta el saber que soy diferente, ¿como se explica esto?, bueno, a él le gusta todo aquello que la sociedad dicta que debe gustar, por un lado esta ese gusto por mirar deportes de preferencia debería ser el Football pero como está alicaido y los otros deportes no son tan famosos la televesión se invade de imagenes de hombres vestidos de blanco con una raqueta en la mano, junto con comentarios sobre la edad de los jugadores y las probabilidades de que gane o no un campeonato. Yo lo miro con ojos que se pierden en el infinito y asiento con la cabeza solo para que la conversación avance más rapido.
Todo esto me ha generado un poco rechazo pero me acuerdo cuando a veces discuto con mis amigos sobre la posibilidad de asesinar a las personas disparando tus uñas para liberarte de unas amarras.
En fin todo depende de que lado estés del espejo.
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