viernes, diciembre 26, 2008

Paseando por lugares de espera


Viajar tiene unos momentos que siempre olvidamos porque nos parecen poco atractivos o solo estamos interesados en llegar al final lo antes posible, aún más si se realiza el viaje en avión, eso de pasar horas en un asiento que no es lo suficientemente comodo (bueno, hasta ahora solo he viajado en turista) nunca ha sido algo reconfortante.

Volviendo al tema, las salas de embarque siempre son consideradas un espacio que debemos obviar la mayor parte del tiempo, algunos prefieren ver lo que hay en el Duty Free para sentir que están comprando algo más barato que el país donde están en ese momento, lo que me lleva a pensar que podría surgir un grupo de personas que solo quieren comprar en el Duty Free porque así no le pasarían los impuestos de su compra a gobiernos que no están alineados con sus valores, ideas y caprichos. De existir pasarían a engrosar la lista de esos grupos que realizan actos por el hecho de defender una idea (vegetariano, veganos, nazis, revolucionarios bolivarianos, etc).

Mientras me siento a esperar el llamado del avión me puedo entretener mirando, por ejemplo, ver el comercial que te invita a pasear por tu ciudad y te muestra todos esos encantos que he visto millares de veces y que dejaron de maravillarme hace cientos de veces atrás. Los turistas que están uniformados como tal, siempre me he preguntado si toman una especie de curso para salir a mirar al mundo, porque siempre tienen la misma ropa, sin importar en que estación se encuentren, y esa manera de mirar como si todo fuera nuevo o distinto. Ahora que lo pienso esa es la manera como miro las cosas, espero que los demás no se den cuenta de mi cara de turista.

Lo que más me llamó la atención fue un sujeto que le hablaba a unas norteamericanas, no pude dilucidar si era coterreano de ellas o mio, mas lo único que me quedo claro que las fotos que les tomaba no eran solamente para recordar a un desconocido, la manera en que se miraban (sobretodo una de ellas) como el lente invitaba a posar para que el otro lado del obturador temblara un poco, me hacía sonreir. Siendo lo más destacado que no le importaba que tuvieran a un sujeto mirando con una media sonrisa a pocos pasos de ellos.

La sala de embarques de Perú es una historia más entretenida, en realidad no. El lugar era más iluminado y tenía a las mismas empresas que hacen publicidad en Chile, pero con otras personas. Raro, era como estar en el mismo lugar pero que cambiaron los iconos. Mientras esperábamos con mi hermano el siguiente vuelo, tuvimos que pasar por el detector de metales nuevamente, lo que me hace pensar que Perú le pega una bofetada a todos los países que por trasbordo pasan por Lima, porque es una clara manifestación de "No confío en tu detector de metales, (inserte país) baboso", después nos dedicamos a dar vueltas por el Duty Free y nos topamos con esto:


"Los Heraldos del Evangelio", no me detuve más que ha tomar una foto. Seguido a eso encontré la Fanta más cara que he visto en mi vida y para que cada quien haga su evaluación de lo exagerado que puedo ser dejo el registro:



Bueno, eso es lo que les puedo dejar sobre como han seguido mis viajes por ahora. Aunque no profundicé en lo que prometía en mi título puedo hacerlo en los siguientes. Hasta la próxima.


jueves, diciembre 25, 2008

Retomar el ritmo


Ha pasado más de 6 meses que no escribo acá y llegar con una gran entrada inmediatamente me resulta un poco difícil porque... porque... en realidad no tengo problemas para escribir una entrada lo suficientemente interesante de leer.

Bueno, antes que nada lo primero que quiero hacer es contextualizar las siguientes entradas, tal como pueden ver en la imagen con la cual se inicia este, estoy de viaje por el mundo y con mi libreta de apuntes podré dibujar nuevamente lo que observe en los distintos lugares por donde nade.

Creo que la mejor forma de contar lo que observe es de la misma manera que lo hice el año pasado donde cada viernes dejaré a lo menos una entrada contando lo que he observado, sentido o en su defecto vivido, tratando de llevar en mis letras las imágenes de los olores y el aroma de lo que observo para compartir las experiencias.

jueves, mayo 01, 2008

Ritos de los otros

A veces pienso que mirar a las personas como un objeto distinto a uno puede ser absurdo, inclusive ofensivo, pero la observación me lleva a pensar lo contrario.

Anoche mientras esperaba a CSB. para ir a un lugar muy ecléctico (aquí), ya que tiene varios ambientes en un solo lugar para gustos muy distintos, no entraré en detalles porque no requiere más publicidad que el hecho de nombrarlo, y me vi sumergido en una marea de personas que estaban interesadas en entrar al mismo lugar u otro pero la actividad principal de ese momento era ver quienes salieron esa noche. Es una especie de vitrina donde uno observa quienes son tus posibles compañeros de fiesta o mejor dicho tus objetivos para esta noche, pero no es solamente observar también esta el mostrase, lo que me recordó a todos esos documentales de animales y las técnicas de apareamiento.

Al igual que las plumas de colores fuertes en las aves, los ojos y labios pintados llaman la atención de los machos. Como el pelaje brillante de un león muestra a la hembra que es un macho alfa, el peinado audaz (supongo) cumple con el mismo efecto. Una mirada furtiva, una sonrisa fugáz, el comentario secreto a tu amigo(a), pedir cigarros o fuego, son los códigos que se manejan a la luz de los faroles de la calle, permitiendo sondear donde puedes obtener algo o delimitar tu presa.

Mientras el viento intentaba acariciar mi piel, ajusté mi bufanda y seguí observando esto tratando de entender los códigos para no dar una mala señal y verme en un triángulo amoroso donde mi sonrisa era una invitación a una mujer que otro le había sonreído de forma abierta y ella mostró su oreja derecha para decir que "tal vez" y mi mano en el bolsillo era un gesto de desafío que involucra sangre y yo solo esperaba a CSB para ver un par de bandas de covers de Pearl Jam y Stone Temple Pilots.


miércoles, marzo 05, 2008

Valoración de un nombre




Conversando hace tiempo con Jordi-Boy, me di cuenta que una palabra puede tener cargas emocionales distintas para 2 personas, esto se hace más patente cuando pensamos en el nombre de una persona.

Como fue en el caso particular de esa conversación la palabra "Camila" evocaba sentimientos de angustia, rabia y momentos muy desagradables para uno de nosotros, mientras que el otro pensaba en sonrisas, complicidades y cariño. Pero no solo en ese caso de antiguas o actuales parejas nos podemos remitir. También tenemos los casos donde el verdadero nombre pasa a ser una extrañeza que ha sido devorada por un apodo, o cuando conocemos a dos personas con el mismo nombre y la pequeña sutileza de un apellido puede marcar la polaridad de una sonrisa o ceño fruncido.

En fin, de que manera cada uno de nosotros valora los nombres que nos rodean, ¿existirá alguna clase de predisposición a valorar algunos de la misma manera o esperaremos que cada uno sin importar cuantas veces aparezca le damos un nuevo valor?

martes, febrero 05, 2008

Soledad

"...Soledad, siempre he pertenecido a ti"

"Esa Noche" del Disco "Re"

Café Tacuva



Durante 2 semanas me ha tocado estar cuidando una casa en Santiago, de la cual no puedo salir y estrictamente no puedo invitar a nadie a pasar las horas en este espacio y cuando las horas se hacen más largas y la ausencia de compañia se hace más patente, uno empieza a pensar en las razones de porque uno está ahí. Más en esta ocasión no voy a relatar aquello, sino que contaré la impresión que me dejaron unos amigos que viajaron a Europa para realizar projectos y como la soledad los ha envuelto, o eso es lo que creo.


Quien lleva más tiempo allá es P, el mismo del cual escribí en esta entrada, el se fue con las ganas de juntar dinero para realizar sus inversiones acá, según lo que tengo entendido su plan va para los 5 años europeos. Hablé con el hace 2 días y escuchar como quería escapar de las horas de la noche para no pensar que estaba solo, me dió un poco de pena. Escuchar como sus palabras, risas y suspiros me llamaban para hacerle compañia y alegrarle la noche, más bien la semana entera.
Coté Santana lleva menos tiempo pero también a sufrido la ausencia de compañia, ayer conversé con ella, y la alegría de reconocer una voz familiar, le cambió la cara, sintió nuevamente que el mundo no era un lugar donde se encontrara aislada de quienes la quieren. Inclusive se sintió en casa porque la acompañé a preparar un té.
También debo nombrar a Felipe, que si bien no está en Europa llevá mucho tiempo sin amigos fijos en Brasil, tal vez estoy exagerando aquello pero como muy bien dijo él, la distancia nos ha cambiado, mas yo sé que seguimos siendo los mismos.
Por último, recuerdo a Diego A. quien es, junto a Felipe, mi amigo que comprende perfectamente la lucha contra la soledad desde su más difícil estadio, que es partir de cero.
Así que los saludos, nuevamente: P, Coté, Felipe y Diego, quienes junto a mi (pero su respectivo camino) sobreviven la soledad

jueves, enero 24, 2008

La Arena de las ideas


El otro día pensaba como alguien puede estar anotando las ideas en un cuaderno, además con una buena memoria no se debería olvidar una buena idea.

Bueno, mi soberbia me mostró lo equivocado que estaba. Porque recuerdo que tenía varías ideas para escribir esta semana acá, pero como pueden ver solo puedo escribir sobre la perdida que tengo actualmente y la pequeña rabia que me da el tratar varias veces de recordar pero no conseguir nada.

Esta semana además me tocó darme cuenta de algo, que algunos pueden encontrar sin sentido, no puedo realizar un trabajo de emergencia en menos de 36 horas, en una entrega de un análisis me di cuenta que con menos de 24 horas lo que iba a conseguir era un cansancio por falta de sueño y un trabajo mal hecho, por una serie de errores en los detalles, como malos títulos u errores de escritura. Lo que me lleva a declarar que trabajaré solo si tengo el tiempo suficiente para lograr los objetivos propuestos, menos de ese tiempo solo conseguiré llevar mi trabajo por el caño.

jueves, enero 17, 2008

Mission Hill



Después de 9 años, reencontré esta serie que por aquellos años había volado mi cabeza con historias muy sencillas, generando la imagen de lo que quería hacer cuando estuviera en la universidad y los primeros años de egresado.

Sobretodo porque me sentía muy identificado con su protagonista Andy French, un sujeto que quiere ser caricaturista pero su desidia lo mantiene trabajando en una tienda de camas de agua, quejándose de todo y no solucionando nada de lo que tiene que hacer.

Evidentemente, al igual que quien escribe, llega un momento en la vida de Andy que decide dejar de ser victima de las circunstancia y hacer cosas por su vida. Pero este sujeto no solo está compuesto de cosas "malas", además es una persona que no espera resaltar por cosas superficiales, sino que entiende que su manera de ver las cosas no son las "políticamente correctas" como le recuerda constantemente su hermano, Kevin, es honesta y con las cosas claras (según él).

Esta serie duro solamente 13 episodios de los cuales solo fueron emitidos al aire 4 en su estreno, consiguió éxito en horarios nocturnos o animaciones para adultos, como Adult Swim. Sobre el resto de los personajes pueden ver la página oficial acá.

Si bien, no hice nada para que engancharan con la serie, la recomiendo mucho. Por el humor que tiene, por algunas referencias ñoñas y porque básicamente podrán ver una parte de mi persona que se siente identificada con esa serie.