viernes, septiembre 28, 2007

Destruyendome

El fin de semana pasado mientras conversaba con "El Pueblo de China" ella me decía que cada cierto tiempo necesitaba destruir su personalidad porque era una prisión que se armaba cada cierto tiempo para ir por la vida y es un ritual que realizaba, tanto por la necesidad de crear algo nuevo como querer percibir nuevas cosas, con una frecuencia variable (pero me dio a entender que era anual). Esto me dejo pensando, ¿será algo necesario para todas las personas o solo para los artistas (me acordé que Coté Santana también realiza este tipo de acto cada cierto tiempo)?

De ser cierto no todos lo realizan, algunos, en realidad, fortalecen su visión de si mismos y van actuando como han decidido ser, galvanizando todo lo que les rodea con ello. Una opción muy interesante por lo demás, mas a mi no me convence mucho aquello. Me da la sensación de que te vas cerrando para poder manejar todo.

Por otro lado, destruir es una apuesta constante, es buscar algo que lo anterior no nos satisface y esperamos que lo siguiente si lo posea, pero al parecer es un costo muy alto estar variando cada cierto tiempo quienes somos ¿cómo quedan los demás al sentir que ya no eres el mismo de ayer?, si en algunos casos somos por quienes nos rodean ¿abandonar a quienes tienes tienes no te convertirá en un ermitaño?, ¿se irá algo de nuestra esencia en cada nueva apuesta o seguirá en el fondo como esa base que sustenta todo?


Y después de tanto divagar me acuerdo que haces muchos años alguien (Diego A.) "Recuerda lo que nos dijo "El Loco" (de Khalil Gibran) : Por primera vez el sol besó mi rostro desnudo, y mi alma se inflamó de amor por el sol y yo no deseé más mis mascaras.

Y la discusión sobre la construcción o destrucción de personalidades se va por el caño, mostrando que lo único que debemos evitar es vestir mascaras y mirar al sol con nuestros rostros y aceptar que nos abrace y en algunos caso nos abrase.


Esta entrada partió reflexiva y terminó del corazón, me siento muy bien por ello.

¡Vamos! que logro sacarme todas las mascaras y antifaces.

Saludos

Æmilio

1 comentario:

Unknown dijo...

No creo en el destruir, porque aunque no lo queramos ya está construido, creo en el rehacer porque implica buscar la mejoría por no decir excelencia que se es una palabra que no te gusta. Y en ese rehacer donde quedan girones de lo que fuimos y no nos satisfizo, está tambien la promesa de un "lendemain sourient" como dicen los franceses que está a la vuelta de la esquina si queremos seguir caminando.